El ex primer ministro británico, Premio Nobel de literatura en 1953, se aficionó a la pintura y aunque nunca vendió ninguna hoy sus cuadros se cotizan a elevados precios
El último óleo que pintó Winston Churchill, recreaba un estanque con carpas doradas que tituló "The Goldfish Pool at Chartwell" (1962). La obra fue vendida en una subasta en Londres por USD 477.000(402.160 euros).
El cuadro, que Churchill (1874-1965) regaló a su guardaespaldas y no había sido visto en público hasta ahora, se remató dentro de una subasta de arte británico moderno y de posguerra en la sala Sotheby's, en la que otra obra del antiguo jefe de Gobierno, "Landscape with two trees" (1922), alcanzó los USD 789.000 (672.520 euros).
La obra de Churchill subastada en Londres se centra en un detalle del estanque de su finca, un lugar repleto de peces que le gustaba contemplar junto a sus nietos
El último óleo que pintó Winston Churchill, recreaba un estanque con carpas doradas que tituló "The Goldfish Pool at Chartwell" (1962). La obra fue vendida en una subasta en Londres por USD 477.000(402.160 euros).
El cuadro, que Churchill (1874-1965) regaló a su guardaespaldas y no había sido visto en público hasta ahora, se remató dentro de una subasta de arte británico moderno y de posguerra en la sala Sotheby's, en la que otra obra del antiguo jefe de Gobierno, "Landscape with two trees" (1922), alcanzó los USD 789.000 (672.520 euros).
Churchill llegó a firmar decenas de obras que nunca vendía, sino que las regalaba a amigos, colegas, empleados y dignatarios extranjeros
El último de los óleos de Churchill fue pintado en uno de sus lugares favoritos: su finca campestre Chartwell, en el sureste de Inglaterra. Tras ser animado para coger los pinceles una vez más por el sargento Edmund Murray, el que fue su guardaespaldas desde 1950 hasta su muerte.
Churchill había pintado antes numerosos paisajes durante sus estancias en Chartwell, pero en aquella ocasión no retrató los amplios espacios ajardinados que le rodeaban.
El otro trabajo subastado, fechado cuatro décadas antes, es un paisaje que los expertos consideran inspirado en los parajes del sureste de Francia, aunque la localización exacta del campo que retrata la pintura es desconocida. El antiguo jefe de Gobierno regaló esa obra a Maud Elgie, que fue niñera de sus hijos entre 1919 y 1921, y cuyos descendientes la han puesto ahora a la venta.
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