Según su autora, denuncia a los "falsos devotos" del carnaval de Oruro y los abusos que se cometen contra mujeres en la festividad. El gobierno local la quiere demandar ante la Justicia.
Una pintura de la Virgen María luciendo una tanga roja causó polémica en Bolivia. La imagen está asociada con la Virgen del Socavón, cuya devoción es la esencia del desfile del Carnaval de Oruro, uno de los más multitudinarios de Sudamérica y reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El cuadro provocó el enojo de las autoridades orureñas, que demandarán a la autora de la pintura.
La pintura cuestionada muestra una silueta de una virgen sin rostro con una tanga roja, con medias oscuras, un manto negro y, en una interpretación de la Virgen del Socavón observada por tres personajes del carnaval que sostienen botellas de alcohol, entre ellas un diablo típico de este festejo.
Los miles de bailarines que desfilan durante el carnaval en esta ciudad del altiplano finalizan el recorrido de rodillas ante la imagen de la Virgen del Socavón en un santuario.
Las autoridades de Oruro censuraron esa obra y anunciaron una acción legal contra la autora de la imagen, la artista Rilda Paco Alvarado. "Esto no es arte. No respeta nuestra creencia. Nuestra virgencita es venerada por todos los orureños y los bailarines del Carnaval", señaló el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS).
"El Gobierno municipal de Oruro, con el respaldo de las instituciones locales ante esa afrenta, efectuará un proceso penal para lograr la sanción que corresponda a quien ha osado desprestigiar a nuestra santísima Virgen del Socavón y pretende destruir la patrimonialidad e intangibilidad del Carnaval de Oruro", dijo en una conferencia de prensa el secretario municipal de Cultura, Germán Navia.
La artista defendió su obra que según explicó denuncia a los "falsos devotos que usan la religión para bailar, para beber, para cometer varias cosas malas, luego ir a la iglesia y decir que no ha pasado nada".
La artista de 31 años, que profesa el catolicismo sostuvo que su virgen denuncia la cosificación de las mujeres. "Representa a todas las mujeres" y "no tiene rostro porque es una mujer más", como las muchas asesinadas por violencia machista en el país y a las que a su entender no se defendió lo suficiente.
La visión de la artista propicia una crítica social, según explicó, pues denuncia el trasfondo de la fiesta en la que "se comete acoso sexual, femicidios, abandono a niños y peleas de pareja".
Este año, el carnaval orureño fue enlutado por dos explosiones, calificadas de atentados por el Gobierno boliviano, la primera durante el gran desfile del sábado el pasado 10 de febrero y la segunda el martes 13, que dejaron 12 muertos, entre ellos 4 niños, sin que se suspendieran los festejos.
"Me molestó bastante porque ahí ves qué está pasando con nuestra sociedad, dónde está la humanidad, dónde está la sensibilidad. ¿Ya no existe?", cuestionó la artista, que nació en Oruro y que es hija de mineros. "Estábamos de luto, no había por qué hacer fiesta", enfatizó.
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